Beyoncé y la estricta dieta que la llevó al límite de su salud

Si algo siempre ha destacado a Beyoncé es su espectacular figura de infarto, pero como en esta vida nada es gratis, conservarla le requiere muchos cuidados y sacrificios. En su documental biográfico, la hermosa cantante reveló sus secretos para lucir tan bien a los 40 años pero también confesó la otra peligrosa cara de la que pocos hablan.

Aunque el propósito original de mantener su cuerpo en buena condición no era exclusivamente estético, pues también los hacía debido a los impresionantes shows coreográficos que ofrece, relata que esta cuestión llegó a cruzar la línea de lo sostenible. Enfocando su auto cuidado de forma equivocada, olvidó centrarse en el propósito más importante: su salud.

Debido a las inevitables consecuencias que tuvo su estilo de vida, tomó la decisión de cambiar para mejorar. «Mi salud, la forma en que me siento cuando me despierto por la mañana, mi tranquilidad, la cantidad de veces que sonrío, lo que estoy alimentando mi mente y mi cuerpo. Esas son las cosas en las que me he estado centrando», confesó. Esta es una realidad, apegarse a dietas restrictivas no siempre puede lograr un estado físico óptimo.

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En el pasado, pasaba demasiado tiempo haciendo dietas, con la idea errónea de que cuidarme significaba hacer ejercicio y ser demasiado consciente de mi cuerpo.

Un claro ejemplo del mal enfoque que tomó respecto al tema se encuentra en el año 2013 cuando Beyoncé hizo popular un plan alimenticio que consistía en adoptar una dieta vegana durante 22 días. Aunque a nivel nutricional no implica riesgos, el problema vino cuando la cantante lo hizo aún más restrictivo, eliminando hidratos de carbono, azúcar y alcohol.

Para agravar la situación, como parte de su preparación para el Festival de Coachella 2018, Queen B siguió un régimen a base de alimentos de origen vegetal por 44 días. Como es lógico, su cuerpo no resistió integro el proceso tan demandante. En la actualidad habiendo reflexionado asegura que nunca volvería a someter a su cuerpo a situaciones tan extremas.

Hoy en día, Beyoncé confesó seguir una filosofía en pro de su bienestar, que consiste el escuchar las necesidades de su cuerpo y alimentarse de manera intuitiva. 

Estoy aprendiendo a romper el ciclo de mala salud y negligencia, enfocando mi energía en mi cuerpo y tomando nota de los signos sutiles que me da. Tu cuerpo te dice todo lo que necesitas saber, pero he tenido que aprender a escuchar.

Por otra parte, dijo sentirse preocupada ahora por su salud mental, revelando que padece insomnio desde hace muchos años, situación que es un foco rojo a la cual debe prestarse atención lo antes posible. Afirmó que ocuparse de su estado emocional y mental es «también es un cuidado personal».

Beyoncé explicó que el problema para conciliar el sueño nació de los horarios imposibles que mantenía durante las giras, además de el esfuerzo sobre humano que ponía en las prácticas de las presentaciones.

No me di cuenta de cuánto eso afecta mi bienestar físico y mental. No siempre yo misma era la prioridad», revela.

Sin duda, el ejemplo de la querida Beyoncé nos ayuda a reflexionar en el valor que tiene nuestro estado de salud y como el amor propio no solo implica sacrificar, sino también conlleva autocuidado y conocimiento de nuestras necesidades, además de comprensión hacia las limitantes que tenemos.