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Para Rocky ha llegado el día de su suerte. Después de vagar por las calles de El Edén, en Guanajuato, México, se ha podido recuperar. Perdió una pata pero ganó un hogar.
Todos los animales abandonados son dignos merecedores de una oportunidad para vivir correctamente y a veces muchos de ellos consiguen las mejores oportunidades de su vida, como es el caso de Rocky. Este peludo pasó de vivir en las calles de Guanajuato, México, a ser adoptado por una familia en Canadá.
Ahora, ya estando en el estilo de vida que siempre debió tener, con la atención, cariño y compañía que le corresponde a toda mascota, este perrito ha dejado atrás su triste historia. Antes de llegar a su nuevo hogar, Rocky tuvo que lidiar con muchos problemas, que incluso pusieron su vida en riesgo.
Todo empezó en las calles de El Edén, donde el pobre animal sufrió un accidente que lo dejó con una pata rota, la cual llevaba colgando, sin que nadie se interesara en ayudarlo.
Los encargados de salvarle la vida a este peludo fue la Fundación Corazon Animal de Guanajuato, quienes al verlo en este estado tan lamentable decidieron hacer todo lo posible para que recuperara su salud. Aunque lo intentaron todo, Rocky perdió parte de su pata herida.
“Por dichas lesiones tan obvias su recuperación fue muy lenta. Después de su amputación estuvo más de 6 meses en la Clínica Can Cat donde su expediente llegó a generar miles y miles de pesos”, dijo el refugio en una publicación en Facebook.
Aunque pocas personas se sumaron a apoyar esta causa, con paciencia se fueron costeando los gastos de todos los tratamientos del perrito. Afortunadamente, al hacerse conocida su historia una familia en Canadá se interesó en brindarle al peludo una mejor vida.
“A Rocky le deseamos la mejor vida que pueda tener, que estamos seguros así será”, dijo la fundación.
