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El Gobierno de Morrison ha afirmado en el pasado que los residentes de Hong Kong que teman ser objeto de persecución política podrían pedir refugio en el marco de los actuales programas humanitarios existentes en Australia.
Sídney, Australia, 2 de julio (EFE).- Australia está “considerando activamente” acoger a residentes de Hong Kong tras la entrada en vigor de las polémicas leyes de seguridad nacional impuestas por China, declaró este jueves el Primer Ministro del país oceánico, Scott Morrison.
Al menos 370 personas fueron detenidas en Hong Kong en la manifestación convocada la víspera, 1 de julio, fecha en la que se conmemora el regreso de la ciudad a soberanía china y en la que miles de personas se congregaron para protestar por la nueva ley de seguridad que Pekín ha promulgado para el territorio semiautónomo con objeto de acallar a los opositores.
Morrison, quien calificó las detenciones bajo las nuevas leyes de “muy preocupantes”, no precisó exactamente cómo su gobierno ofrecería refugio a los hongkoneses, pero afirmó estar dispuesto a hallar la manera de hacerlo.
“Estamos considerando muy activamente las propuestas que pedí que se presentaran hace varias semanas, se darían los últimos toques a las mismas y pronto serán consideradas por el Gabinete para ofrecer oportunidades similares”, señaló.
Sin embargo, Morrison no aclaró si esta acogida será similar a la de Reino Unido, que planea ofrecer una vía para que hasta cerca de tres millones de habitantes de Hong Kong, antigua colonia británica, puedan vivir en el país y, más adelante, adquirir nacionalidad británica.
El Gobierno de Morrison ha afirmado en el pasado que los residentes de Hong Kong que teman ser objeto de persecución política podrían pedir refugio en el marco de los actuales programas humanitarios existentes en Australia, aunque también explora vías alternativas para ofrecer la residencia a estas personas.
“Cuando adoptemos la decisión final sobre esos aspectos haremos los anuncios correspondientes, pero si me pregunta si estamos preparados para dar un paso al frente y ofrecer ayuda, la respuesta es que sí”, apuntó el mandatario liberal.
Para Reino Unido, la ley impuesta por China supone una “grave” violación de la declaración conjunta, el acuerdo firmado en 1984 entre Londres y Pekín para devolver la colonia a China.
Por su lado, el gigante asiático afirma que la legislación reforzará el modelo de “un país, dos sistemas”, acordado como parte de la entrega de la excolonia británica a Pekín, concretada en julio de 1997.