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José María Ocampos viajó desde Paraguay hasta Argentina para ir a Lollapalooza donde perdió su cartera, pero Catha Bustamante la encontró y dejó en el puesto de objetos perdidos. Dio el aviso por Twitter y el joven la retiró al día siguiente.
Ir a un concierto para ver a nuestros artistas y bandas favoritas es el sueño que deseamos cumplir. Una experiencia donde reina la música, los gritos del público y la emoción por ver un show espectacular es algo de lo que no nos gustaría quedarnos fuera.
Por eso nos preparamos para que no nos falte nada y disfrutar el día al máximo, aunque en pleno evento pueden surgir algunos problemas que pueden preocuparnos después. José María Ocampos viajó desde Paraguay hasta Argentina con su novia para ir al festival Lollapalooza y ver especialmente a The Strokes en el Hipódromo de San Isidro, donde se organizó el evento.
Esperó junto a su pareja a que empezara el concierto, pero la emoción de la gente era tanta como de costumbre que en cuanto aparecieron los músicos sobre el escenario, muchos perdieron el control y los empujones fueron inevitables, y eso causó que José perdiera su billetera.
“Estábamos a una distancia considerable del escenario, pero cuando comenzó a tocar la banda, estalló una locura por todos lados, eso hizo que mi billetera y mi celular salgan volando del bolsillo de mis jeans, por la presión de la gente”, contó a EXTRA.
Sin embargo, no se desanimó y disfrutó el recital de todas formas, pero no se esperaba que el objeto estuviera a salvo luego de que una mujer llamada Catha Bustamante anunciara en Twitter que la encontró.
“Si te llamas José María Ocampos Mendoza, eres paraguayo, estabas en el Lollapalooza Argentina viendo a The Strokes y perdiste tu billetera, la dejé en objetos perdidos del Lolla!”, escribió la joven en la red social.
Ante esta información, José regresó el día después al recinto para buscarla. “Al día siguiente yo no tenía entradas para el Lollapalooza pero igual me dejaron pasar libre para buscar mi billetera”, contó al medio.
Efectivamente el objeto estaba resguardado en el puesto de pertenencias perdidas.
José estaba muy feliz de haber recuperado sus documentos, pero más aún de que una buena samaritana fuera gentil y pensara en la importancia de regresarle las cosas a sus dueños.
Cualquier persona pudo tentarse y tomar la billetera sin devolverla, pero este caso solo demostró que todavía se puede confiar en los demás. “Hay aún gente muy buena en todos lados”, comentó el chico a EXTRA.