
#sustituye #niño #pero #para #nosotros #una #alegría #Adoptaron #cachorro #les #pidió #ayuda
La historia de Bruno es la muestra perfecta de la piedad humana: el cachorro se les acercó cuando cambiaban una rueda pinchada, básicamente rogándoles que lo sacaran de las calles.
Los defensores de los caniles y de la comprar de mascotas, señalan la seguridad que les da saber que el cachorro que obtuvieron viene con todas sus vacunas al día, pertenece a un linaje, lo que significa que tanto su apariencia como muchas de sus características físicas, podrán ser fácilmente predecibles, y que solo se ha criado con buenos alimentos y cariño.

Por muy legítima que sea la opción de comprar una mascota, lo que nunca tendrá es esa hermosa historia de ayuda y conexión que los dueños de cachorros rescatados siempre tienen.




Nada es mejor prueba de esto que la historia de Bruno con Libni y David. La pareja llevaba ya un par de años junta, tiempo suficiente para considerar expandirse a más de dos personas. Quizás habían considerado un hijo, pero un par de exámenes médicos los enfrentaron a una fuerte realidad: por razones médicas, ellos no podían tener hijos.




Esta realidad les pesa mucho sobre los hombros, pero en han logrado ir dejándola atrás. Fue luego de que vinieran de regreso de visitar a los padres de él, que tuvieron un pinchazo de su rueda. Al bajarse a repararla, notaron que algo se les acercaba. O más bien alguien.
Ese alguien era Bruno, un cachorro color café claro, con cierto parecido nada menos que al mismísimo Scooby-Doo.




Bruno se dejó acariciar de inmediato, dejando en claro que no solo no les tenía miedo a quienes serían sus futuros dueños, sino que estaba de lo más dispuesto a confiar totalmente en ellos. Libni y David se miraron: cada uno sabía lo que el otro estaba pensando. Si no podían tener un hijo, porque no darle la oportunidad a ese cachorrito tan cariñoso.
Así fue como iniciaron su vida junto a Bruno, a quien quieren, cuidan y miman como si fuera su propio hijo.
“Nosotros no podemos tener hijos. Obviamente un perrito no sustituye a un niño, pero para nosotros ha sido una alegría, una compañía, desde que estamos con él nos hace reír y salir a jugar con él. Alas 6:30 de la mañana ya quiere salir a jugar, para lo que se para a un costado de la cama y se te queda viendo. Desde que llegó, todo ha sido más bonito, ver cómo cambió nuestras vidas.”
–Libni para Su Medico.com–




Una solución muy bella para un problema que aqueja a muchas parejas. Por supuesto que el más feliz de todos es el mismo Bruno, quien pasó de las calles a una familia que lo quiere mucho.