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Los dos cachorros fueron abandonados por no ser los más fuertes de la camada. Las especialistas del zoológico de Gelendzhik decidieron darles otra oportunidad.
En muchos aspectos, las personas no somos más que animales que se volvieron demasiado listos para su propio bien. Construíamos automóviles capaces de ponernos en mortales situaciones, así como armas diseñadas exclusivamente para causarnos un enorme daño unos a otros.

Pero al mismo tiempo, hemos desarrollado algunas de nuestras características que nos separan del resto de los mamíferos, al punto de que se convirtieron en los pilares de nuestra sociedad. Quizás el más destacado de estos sea la capacidad para sentir compasión, especialmente cuando se trata de un ser vivo más débil que nosotros.




Ese aspecto es uno que desarrollamos nosotros, en contra de los designios de la naturaleza. Porque para el mundo real, un cachorro débil, es uno que no sobrevivirá hasta llegar a adulto. Y por ende, es un cachorro indeseable.




Así es como nos encontramos con mucha frecuencia, con el caso de madres de gatitos, perritos u otra clase de cachorros, que por instinto hacen a un lado a sus crías que nacieron débiles. Para ellos es una cosa totalmente instintiva: no va por medio de la lógica o la razón.




Ahí es donde las personas podemos llevar a cabo una gran diferencia, como demostró un grupo de veterinarias del zoológico y safari park de Gelendzhik, Rusia.




La obra de estas mujeres las está haciendo estrellas del Internet. Esto debido tanto a la compasión y dedicación a su trabajo que demostraron, como a lo tierno de su motivo de empleo.




Las principales inspiradores del proyecto de criar a dos cachorros de oso polar abandonados, son las gemelas Anastasia y Olesya Sakhatskaya. Ambas empleadas del zoológico de Gelendzhik, asistieron de cerca al nacimiento de los dos cachorros, notando que al par de semanas su madre, la osa de siete años llamada Seryozhka, los comenzaba a dejar de lado.




Por suerte, no los hirió, así que Anastasia y Olesya pudieron acercarse y adoptarlos:
“No hubo casos anteriores de cría de osos polares rechazados por su madre en un zoológico ruso. Esta es la primera experiencia para nosotros. En el mundo sólo hubo unos cinco casos de oseznos polares criados desde su nacimiento en cautiverio. Espero que tengamos éxito.”
–Yelena Milovidova, directora del zoológico de Gelendzhik, para Daily Mail–




Los ositos ya han cumplido siete meses de su nueva vida asistida. Entre medio de baños, mamaderas con leche tibia, masajes e incluso una que otra manicure (más que por estética, para que no le saquen accidentalmente los ojos a sus cuidadoras), se acostumbran a su nueva vida. Están aprendiendo a caminar y se preparan para unirse a su madre, ahora como osos adultos y listos para la vida.