
#Rescataron #ternero #novillo #atados #dentro #auto #policía #los #liberó #tortura
Las crías bovinas estaban apretadas y sufriendo en espacios muy reducidos. Se cree que los ladrones pensaban sacrificarlas.
Puede que no todos seamos amantes totales de los animales, pero solo unos pocos entre nosotros pueden hacerse a un lado e ignorar el sufrimiento de un animal. Especialmente si se trata de los mamíferos, por mucho la especie animal más cercana a las personas, además de la especie con la que compartimos con mayor frecuencia, las personas llevamos tanto tiempo viviendo con ellos, que hemos extendido la amabilidad y compasión que tenemos hacia las demás personas, hacia los animales peludos y con cuatro patas.

Incluso dentro de los mataderos, lugares que sirven expresamente para convertir vacas y otra clase de mamíferos en cortes de carne, las maneras de acabar con la vida de los animales ha evolucionado para ser lo más rápida e indolora posible.
Pero esto es la gran mayoría de las personas. Dentro de nosotros hay algunos que no tienen la misma compasión por los seres vivos.




Eso fue lo que demostró una historia reporteada por el diario brasileño Globo. En la horrible historia que mostraron, un automóvil sedan fue encontrado abandonado en un padre. En su interior, los policías locales encontraron nada menos que un ternero y un novillo.




Si la lógica te dicta que meter a estos grandes animales a un automóvil tipo sedan no es nada sencillo, es porque no estás tomando en cuenta la crueldad de los secuestradores. Usando cuerdas, golpes y forzando a los animales, consiguieron meter a uno en el asiento del copiloto.
Esto ya suena malo, pero es nada comparado con la crueldad que se le dio al otro. Abriendo el maletero del coche, dieron con el segundo animales. Estaba atado, malherido y forzado a tener que caber en un espacio más pensado para bolsos y maletas, que animales de granja de gran tamaño.
Esto tuvo lugar en Pedra Grande (Brasil), en la conexión entre Campestre y Serrania. Dentro del auto también se encontraron hachas, cuchillos y machetes, dejando en claro cuales eran las intenciones de los ladrones de ganado.
Dado que aún no se ha hecho ningún arresto, no se sabe qué fue lo que causó que los ladrones abandonaran su botín. Por suerte para nosotros, su botín recibió una segunda oportunidad.




Una muestra de que la crueldad es algo que recorre a nuestra especie. Si no somos conscientes de ella, y de restringirla, podemos terminar con otros casos como este. Los pobres novillos se merecían un mejor trato.